martes, agosto 01, 2006

El cuento de las buenas noches

Parte de un sketch de "Saturday Night Live" sobre la invasión a Irak. La ambientación es un dormitorio, con un niño ya acostado en la cama y un padre sentado al borde de la misma, como quien le cuenta el cuento de las buenas noches.

HIJO: Papi, ¿por qué tuvimos que atacar Irak?

PADRE: Porque los iraquíes tenían armas de destrucción masiva.

HIJO: Pero los inspectores no encontraron armas de destrucción masiva.

PADRE: Eso es porque los Iraquíes las estaban escondiendo.

HIJO: ¿Y es ésa la razón por la que invadimos Irak?

PADRE: Si. Las invasiones funcionan mejor que las inspecciones.

HIJO: Pero, después de invadir Irak, AÚN NO encontramos armas de destrucción masiva, ¿no?

PADRE: Eso es porque las armas están muy bien escondidas. Pero no te preocupes, las encontraremos antes de las próximas elecciones.

HIJO: ¿Por qué Irak querría todas esas armas de destrucción masiva?

PADRE: Para usarlas es una guerra, tontito.

HIJO: Estoy confundido. Si tenían todas esas armas para usarlas en una guerra, ¿por qué no las usaron cuando estuvimos en guerra con ellos?

PADRE: Bueno, obviamente porque no querían que todo el mundo supiera que tenían esas armas. Por eso prefirieron morir a montones antes que defenderse.

HIJO: Pero papá, eso no tiene sentido. ¿Por qué elegirían morir si tenían todas esas tremendas armas con las que podrían haberse defendido?

PADRE: Es que se trata de una cultura diferente. No tiene por qué tener sentido.

HIJO: No sé. Pero pienso que no tenían ninguna de esas armas que dice el gobierno.

PADRE: Bueno, ¿sabes? En realidad no importa si tenían esas armas, o no. De cualquier forma nosotros teníamos otra buena razón para invadirlos.

HIJO: ¿Y cuál es esa razón?

PADRE: Aunque Irak no haya tenido las armas de destrucción masiva, Saddam Hussein era un cruel dictador. Y ésa es una buena razón para invadir otro país.

HIJO: ¿Por qué? ¿Cuál es la causa por la que un cruel dictador justifica que le invadamos su país?

PADRE: Bueno, por una razón: él torturaba a su gente.

HIJO: ¿Algo parecido a como se hace en China?

PADRE: No hijo. No compares China con Irak. China es un buen competidor económico donde millones de personas trabajan como esclavos en fábricas, para hacer más ricas a las corporaciones norteamericanas.

HIJO: Entonces, ¿si un país permite que la gente sea explotada para dar ganancias a las corporaciones norteamericanas, es un buen país, aunque torture a la gente?

PADRE: Así es.

HIJO: ¿Y por qué la gente era torturada en Irak?

PADRE: Más que nada por razones políticas, por criticar al gobierno. La gente que criticaba al gobierno en Irak era enviada a la prisión y torturada.

HIJO: ¿No es lo mismo que hacen en China?

PADRE: Ya te lo dije: China es diferente.

HIJO: ¿Cuál es la diferencia entre China e Irak?

PADRE: Bueno, una de las diferencias es que Irak estaba gobernada por el partido Ba'ath, mientras que China está gobernada por el Partico Comunista.

HIJO: ¿No me dijiste alguna vez que los comunistas son malos?

PADRE: No, sólo los comunistas cubanos son malos.

HIJO: ¿Y por qué son los malos comunistas cubanos?

PADRE: Bueno, porque en Cuba la gente que critica el gobierno es encarcelada.

HIJO: ¿Igual que en Irak?

PADRE: Exactamente.

HIJO: ¿Y cómo en China, también?

PADRE: Ya te dije que China es un buen competidor económico. Cuba, por el contrario, no lo es.

HIJO: ¿Por qué Cuba no es un buen competidor económico?

PADRE: Bueno... verás. En los años 60, nuestro gobierno promulgó leyes que decían que comerciar con Cuba será ilegal hasta que Cuba no deje de ser comunista.

HIJO: Pero, si sacamos esas leyes y abrimos el comercio con ellos, y hacemos negocios, ¿no ayudaría eso a Cuba a ser capitalista?

PADRE: No te pongas en fastidioso.

HIJO: No creo serlo.

PADRE: Está bien. De todas formas, no hay libertad de culto en Cuba.

HIJO: ¿Como en China y el movimiento Falun Gong?

PADRE: ¡Te dije que dejes de decir cosas malas de China! De todas formas, Saddam Hussein llegó al poder por un golpe de Estado, así que no es un líder legítimo.

HIJO: Papá ¿qué es un golpe militar?

PADRE: Es cuando un general toma el gobierno de un país por la fuerza, en vez de hacerlo por elecciones libres como lo hacemos nosotros en los Estados Unidos.

HIJO: ¿El líder de Pakistán llegó al poder con un golpe de Estado?

PADRE: ¿El general Pervez Musharraf? Esteee... Bueno, sí, llegó así. Pero Pakistán es nuestro amigo.

HIJO: ¿Por qué Pakistán es nuestro amigo, si su líder es ilegítimo?

PADRE: Yo nunca dije que Pervez Musharraf fuera un líder ilegítimo.

HIJO: ¿Pero no dijiste que un general que llega al poder por la fuerza es un líder ilegítimo?

PADRE: Sólo Saddam Hussein. Pervez Musharraf es nuestro amigo, porque nos ayudó a invadir Afganistán.

HIJO: Papá, ¿por qué invadimos Afganistán?

PADRE: Por lo que nos hicieron el 11 de Septiembre.

HIJO: ¿Qué nos hizo Afganistán el 11 de Septiembre?

PADRE: Bueno, el 11 de Septiembre, 19 hombres - y 15 eran de Arabia Saudita - secuestraron 4 aviones y estrellaron 3 de ellos contra unos edificios, matando más de 3.000 norteamericanos.

HIJO: ¡Qué barbaridad! Pero ¿qué tiene que ver Afganistán con todo eso?

PADRE: En Afganistán es donde se entrenaron los suicidas, bajo el régimen dictatorial de los talibanes.

HIJO: Esos talibanes ¿no son esos musulmanes fanáticos que le cortaban las manos y la cabeza a la gente?

PADRE: Sí, eso es exactamente lo que hacían. Pero no sólo les cortaban las manos y la cabeza, sino que también oprimían a las mujeres.

HIJO: Pero papá, ¿acaso la administración de Bush no les dio a los talibanes 43 millones de dólares en mayo del 2001?

PADRE: Si, pero ese dinero fue una recompensa por haber combatido el narcotráfico.

HIJO: ¿Combatido el narcotráfico?

PADRE: ¡Sí! Los talibanes fueron muy eficientes para evitar que la gente en Afganistán cultivara plantas de opio.

HIJO: ¿Y cómo obtuvieron tan buenos resultados?

PADRE: Fue bastante simple. Cuando pescaban a alguno cultivando plantas de opio, le cortaban las manos y la cabeza.

HIJO: Entonces, ¿si los talibanes cortan manos y cabezas por cultivar plantas, eso está bien; pero si lo hacen por otras razones, no?

PADRE: Si. Para nosotros está bien que los fundamentalistas islámicos corten manos y cabezas por cultivar plantitas de opio. Pero es cruel si hacen lo mismo con los que roban.

HIJO: ¿No hacen lo mismo en Arabia Saudita?

PADRE: Es diferente. Afganistán estaba gobernada por una tiranía patriarcal que oprimía a las mujeres obligándolas a usar burqas en público. Y les aplicaban la pena de muerte si no lo hacían.

HIJO: Pero las mujeres sauditas ¿no tienen que usar burqas, también?

PADRE: No, hijo. Las mujeres sauditas usan una prenda islámica tradicional para cubrir sus cuerpos.

HIJO: ¿Y cuál es la diferencia?

PADRE: La prenda tradicional islámica usada por las mujeres sauditas es una vestimenta modesta, y muy a la moda, que cubre todo el cuerpo, menos los dedos y los ojos. La burqa, por el contrario, es un maléfico instrumento de opresión patriarcal que cubre todo el cuerpo de la mujer, menos los ojos y las manos.

HIJO: Me suena más o menos a lo mismo con distinto nombre.

PADRE: No compares Afganistán y Arabia Saudita. Los sauditas son amigos nuestros.

HIJO: Pero dijiste que 15 de los 19 secuestradores de los aviones del 11 de Septiembre eran de Arabia Saudita.

PADRE: Sí, pero se entrenaron en Afganistán.

HIJO: ¿Quién los entrenó?

PADRE: Un hombre muy malo, llamado Osama bin Laden.

HIJO: Él es de Afganistán?

PADRE: Esteee... bueno.... no. Él también es de Arabia Saudita, pero es un hombre muy, muy malo.

HIJO: Creo recordar que alguna vez me dijiste que era nuestro amigo.

PADRE: Sí. Pero eso sólo fue cuando lo ayudamos a él y a los majadeen a reprimir la invasión soviética de Afganistán en 1980.

HIJO: ¿Quiénes son los soviéticos? ¿El Satánico Imperio Comunista del que hablaba Ronald Reagan?

PADRE: Sí, pero ya no hay más soviéticos. La unión soviética se rompió en 1990 y ahora tienen elecciones y capitalismo igual que nosotros. Ahora los llamamos rusos.

HIJO: ¿Entonces, los soviéticos - los rusos - son ahora nuestros amigos?

PADRE: Bueno, no tanto. Fueron nuestros amigos, después de haber sido soviéticos, hasta hace poco. Porque cuando invadimos Irak no nos apoyaron. Desde entonces estamos enojados con ellos. También estamos enojados con los franceses y con los alemanes porque tampoco nos ayudaron.

HIJO: ¿Entonces los franceses y los alemanes también son malos?

PADRE: Bueno, no tan malos. Más bien lo suficientemente malos como para rebautizar las papas francesas y las tostadas francesas por "papas de la libertad" y "tostadas de la libertad".

HIJO: ¿Siempre renombramos la comida cuando un país no quiere lo que nosotros queremos?

PADRE: No, sólo cuando son nuestros amigos. A nuestros enemigos, los invadimos...

HIJO: ¿Pero Irak no era nuestro amigo en 1980?

PADRE: Esteee... Bueno... Sí, por un tiempo.

HIJO: ¿No estaba Saddam Hussein en Irak por esa época?

PADRE: Sí, pero estaba peleando contra Irán, y por eso nos hicimos amigos de él por un tiempo.

HIJO: ¿Qué lo hizo ser nuestro amigo?

PADRE: En ése tiempo, Irán era nuestro enemigo.

HIJO: ¿No fue entonces cuando Saddam Hussein envenenó a los Kurdos?

PADRE: Si, pero como estaba combatiendo contra Irán, nos hicimos los distraídos para demostrarle que queríamos ser sus amigos.

HIJO: ¿Entonces, todos lo que luchan contra nuestros enemigos se convierten automáticamente en nuestros amigos?

PADRE: Muchas veces, sí.

HIJO: ¿Y todo el que lucha contra nuestros amigos, se convierte en nuestro enemigo?

PADRE: Y, sí. Muchas veces, eso es cierto. Pero si las corporaciones norteamericanas pueden ganar plata vendiendo armas a los dos bandos al mismo tiempo, eso es mucho mejor.

HIJO: ¿Por qué?

PADRE: Porque la guerra es buena para la economía, lo que significa que también es buena para los Estados Unidos. Además, como Dios está del lado de los Estados Unidos, cualquiera que nos declare la guerra será un país comunista antinorteamericano y sin Dios. ¿Te queda claro ahora por qué invadimos Irak?

HIJO: Creo que sí. ¿Atacamos Irak porque Dios quiere que lo hagamos?

PADRE: Sí.

HIJO: ¿Pero cómo sabemos que Dios quiere que ataquemos Irak?

PADRE: Porque Dios habla personalmente con George W. Bush y le dice qué tiene que hacer.

HIJO: Entonces, básicamente atacamos Irak porque George W. Bush escucha voces en su cabeza.

PADRE: ¡Sí! ¡Por fin entendiste como funcionan las cosas en el mundo! Y ahora hijito, a cerrar los ojitos, a ponerse cómodo y ¡a dormir!

HIJO: Buenas Noches papi.

PADRE: Buenas noches, hijo.


[Tomado de: La Editorial Virtual ]